Tormenta de verano
Publicado por Unknown
Decía la Chronica Adefonsi Imperatoris (un documento del siglo XII), que <<los hombres de Castilla, por siglos, fueron rebeldes>>. Y, uno de estos castellanos de hoy en día, como bien demuestra en su blog, es el buen @AlbertoCdP que nos muestra la mayor de las rebeldías: el amor. Disfrutad de esta <<Tormenta de verano>>.
Llueve.
Mucho. En realidad está diluviando. El calor, muy intenso, ha hecho
que el cielo estallase en mil pedazos. Tú y yo, de pie, clavándonos
las miradas como si de puñales se tratase, frente a frente, en el
medio del camino, solo rodeados de una Naturaleza que debería
inclinarse ante tu sonrisa.
No
es más que una tormenta de verano, pero los truenos retumban en los
cerros, mientras fogonazos eléctricos ciegan por doquier,
rompiendo la oscuridad nocturna en la distancia. Los proyectiles que
nos caen desde el oscuro firmamento, líquidos aunque numerosos e
intensos, chocan incansablemente con tu piel, como si deseasen
perforarla hasta alcanzar tus más profundas entrañas. Tu pelo, ese
pelo, no para de dejar caer lágrimas que lo recorren en toda su
longitud para al final, tras un segundo de duda, lanzarse al vacío.
Aunque
los dos sabemos que el ruido más allá de nuestros cuerpos en
ensordecedor, un repiqueteo constante del
agua sobre piedras, campos y vegetación, en realidad no somos
conscientes del estruendoso espectáculo que la Naturaleza nos está
brindando, pues nuestros sentidos están en exclusiva consagrados al
otro.
Mis
ojos sólo perciben tu extrema belleza. Mis oídos sólo
escuchan tus suaves susurros. Mi nariz se recrea en tu delicioso
aroma. Mi lengua saborea tus blancos dientes en exclusiva. Mis manos
sienten tu tersa piel.
Sigue
lloviendo. Esta tormenta parece no tener fin.
Truenos y rayos se suceden sin descanso. Y qué más da, si nos
tenemos el uno al otro. Aunque las piedras en el camino sean
infinitas, aunque haya quien no quiera dejarnos avanzar. Porque no
hay rival grande sino actitud cobarde, porque la Vida no es más que
una senda que es mejor recorrer en buena compañía. Porque si me das tu corazón lo llevo al fin del mundo.
Que
llueva. Que el mundo entero quede bajo las
aguas si así tu pasión se convierte a perpetuidad en el eje sobre
el que mi vida gire.
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